lunes, 14 de enero de 2008

Castradas


Me he desilusionado un poco más del género. Todavía no logramos pasar a la otra etapa. Bueno, los monos tampoco. En un encuentro de amigas, todas profesionales, con buenas situaciones económicas y bastante liberales, no había una que no tuviese un drama, qué drama, una sumisión por un hombre. Como dijo Camila “son mis sentimientos los que no puedo evitar”. Eran como las damas de las camelias, pero peor. Por lo menos la dama de las camelias era una romántica de otro tiempo, de esas que “mueren de amor”. Acá todas en su momento vociferaron sobre los derechos de género, los femicidios y toda la vaina del avance de género y todas, a la vez, observando su tótem inalcanzable, dispuestas a hablar de los malditos hombres pero no de su hombre. “Sé todo lo que tengo que saber, estoy segura que no me eligió, pero no lo puedo olvidar”. “Qué le voy a hacer si soy así”. “Si pudiera, créeme que lo dejaría”. Entonces percibía cuan fácil es maltratar al género desde nuestras matronas de avanzada, como si ya antes los abuelos nos hubieran castrado en las palabras y los actos de la abuela. O como un eterno retorno a la muchedumbre primitiva cuando nos agachábamos a tomar agua y el monosapiens nos cogía sin aviso. Más mal aún. Este grupo de avanzada de amazonas liberales concientemente esperaban y deseaban que alguna vez el mono, el abuelo o su príncipe atroz, las eligiría para cogerlas semidesprevenidas. Entonces recordé la vida de mis tías y su estupidez monogámica. Pensé en la tía Raquel y sus santos domingos, viuda a los 35, ahora con 59, y que por mandato del cabrón del abuelo nunca se le ocurrió continuar con su vida o intentar una nueva pareja, o a mi tía Paz que espera que mi tío que tiene no sé cuántos hijos por fuera esté “viejito” para cuidarlo y tenerlo sólo para ella. Y veo a mis amigas y las veo a ellas y me dan ganas de escupirlas por estúpidas. Pero me contengo, y me doy cuenta que quizá esté sola. Y amargada. Después respiro y veo una niña jugando a la pelota fuera de la cafetería .

7 comentarios:

Anónimo dijo...

nosotros no somos lo mas "desarrollados" ke digamos. Saludos toña. me encanta tu blog

GonzaloAndres dijo...

no siempre se hace lo que
se dice que se hara.

y estoy totalmente de acuerdo con tigo.

Unknown dijo...

:)

Cómo puedo?... cómo saberlo? es así y supongo que aprendí a convivir con eso.

Cómo podes? este espacio es algo así como... como si el mundo entero fuera un yin y yan... y entonces ahora sé como puedo...

Sin opuestos el mundo sería un caos simple y pacifíco...

:)


Salud!

Prado dijo...

tienes suerte, a mí además de mi género me desilusiona la humanidad. en general.

un agradecimiento. como lector.

PE dijo...

Creía que el desencanto característico del posmodernismo, a mi entender inexistente, era solo una excusa que se esfumaba en el aire. La convievencia con uno mismo creo yo es la clave para entender al otro/a.
Tristemente nada mas lejano de eso estoy y me doy cuenta que convivo con contradicciones en mis sueños.

Saludos

PE

Rotativo dijo...

Te puse en una lista de un juego que no entiendo mucho, pero puede ser una buena excusa para que visites mi blog, ya que nunca viste el fotolog que hice y terminé eliminando.

En la entrada 'Antes de partir' sale la explicación

saludos

Libelula dijo...

Deshacerse de los sentimientos, sería bastante prudente...